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PSICÓPATAS.- Y AHORA QUÉ?

PSICÓPATAS.- Y AHORA QUÉ?.-

Me escuchas, llamando?

 Nosotros no sabíamos nada de psicópatas porque antes no existían. Habíamos oído hablar de personas muy malignas que cometían asesinatos y delitos execrables porque estaban muy enfermas; incluso personas que sugestionaban a países enteros y les convencían de que los Judíos (o los Cartagineses) eran muy malos, malísimos y, por tanto, había que exterminarlos usando el “Ius puniendi” que es facultad del Estado. Yo he visto a uno de estos decir que gaseaba a los kurdos porque Dios se lo pedía: él hablaba con Dios todas las noches.

Inciso: la frase “como Dios manda”, que es una frase de los inquisidores medievales, se la he oído pronunciar a Rajoy muchas veces y me pregunto si este, también, habla con Dios…en la intimidad.

Hubo otro, en la antigüedad, que daba discursos de agricultura y terminaba el alegato diciendo “por lo demás…opino que hay que destruir Cartago” (Ceterum censeo Carthaginem esse delendam) . Aquel hombre tenía una fijación importante y….lo consiguió: Cartago fue destruida hasta sus cimientos, pero no creo que fuera psicópata. No se escondía.

En definitiva, identificábamos a los psicópatas con asesinos en serie, que es una forma muy simplista de definir a un psicópata.

En realidad yo no sabía nada de enfermedades psíquicas, aunque sí sabía que hay gente muy mala. La primera noticia sobre la diferencia entre un psicótico y un psicópata la tuve en el año 92, una psiquiatra me habló distinguiendo esos dos extremos, pero no le hice mucho caso. Para mí, los dos términos eran equivalentes.

Mi madre decía que hay más locos fuera que dentro, lo cual era un dicho popular sin mucha base científica, “gramática parda”. Más sabe el demonio por viejo que por demonio, ó como diría un amigo mío, experto en construir frases celebres: “más sabe el cocodrilo por viejo que por cocodrilo”, apoyándose en la teoría que dice que los cocodrilos tienen un cerebro muy primitivo.

Yo pensaba que a un “loco” se le notaba enseguida….no me podía imaginar la sutileza con la que actúan los psicópatas. Lo buenos actores que son, claro, pero es que, los psicópatas, locos no son.

 Pero es que, ahora, nos enteramos que los psicópatas no delinquen, que tienen suficiente inteligencia como para distinguir, perfectamente, el bien del mal, lo que es delito y lo que no. El 95% de los psicópatas no delinquen, y eso es un valor “característico”. Eso, además, nos advierte de que siempre están en el límite, que conocen perfectamente cual es ese el límite y no lo traspasan, por lo que el Sistema Judicial no puede actuar.

Robert Hare dice que no delinquen pero que “dejan un rastro importante de billeteras vacías y corazones rotos”.

Esta gente busca víctimas y tienen una especial capacidad para encontrarlas. Para esto necesitan “habilidades sociales”…no tienen que ser, necesariamente unas u otras, es el conjunto…es la máscara. Una de las estratagemas más comunes son las historias de pena; historias desgraciadas que les han sucedido, en el pasado, y les hacen muy “queribles”…..esta máscara, combinada con una cara bonita y una víctima con necesidades afectivas, provocan un efecto devastador.

No se había definido, convenientemente, este “síndrome” y, lo que es mucho peor, había desaparecido la nosología como consecuencia de teorías, muy modernas, sobre la percepción social de las anomalías psíquicas, de las alteraciones de la personalidad que siempre son cuestiones políticas, los que antes eran, ahora no lo son, por efecto de una Norma Jurídica, cuando no por intereses bastardos o, tal vez, espurios.

Un ejemplo muy claro, para mi entender, es la destrucción de la institución familiar que ha tenido lugar en los últimos tiempos…nos hemos cargado, de un plumazo, todas las teorías feudianas y lacanianas de los significantes fundamentales….hay un montón de criaturas que no tienen muy claro quien es su padre ni a qué familia pertenecen.

Algunos, a estas alteraciones, le llaman “síndrome” porque es conjunto ó suma de una serie de síntomas ó manifestaciones que conforman un cuadro…un determinado perfil psicológico, una base de comportamiento, es decir, la psicopatía tiene grados, escalas, en función de las peculiaridades de cada individuo, de los componentes de ese “cuadro”.

En capítulos anteriores hemos  “descrito” y “analizado” la personalidad de los psicópatas (en realidad, hemos leído). Hemos concluido que son personas sin escrúpulos que mienten y manipulan, en beneficio propio (egocéntricos), sin tener en cuenta, para nada, los sentimientos de los demás, por una razón tan sencilla como que ellos no los tienen y, por tanto, no pueden sentir empatía, ya que esta característica es la facultad de ponerse en la piel de los demás….pero desde nuestra experiencia. En tal caso, si no se tienen sentimientos, malamente vas a comprender los de los demás. Los psicópatas no los tienen pero saben que los demás los tienen y utilizan esta ventaja para conseguir lo que quieren. Tienen plena consciencia que existen los sentimientos, pero ellos no los sienten y los que aparentan se los saben de memoria, son producto de esa consciencia, de ninguna manera de la conciencia, que no tienen.

Los objetivos de los psicópatas suelen tener que ver con su “bienestar”, su “felicidad”, incluso con su “seguridad”….lo cual es muy loable. La diferencia es que las personas normales no “machacan” a los demás para conseguir eso. Las personas normales tienen conciencia y no son tan fuertes, psicológicamente hablando.

Nos hemos enterado que, sin entrar en cuestiones competenciales entre profesionales de la psiquiatría y psicología, los psicópatas se hacen (mucho más que nacen) porque la prevalencia entre unos y otros es claramente favorable a los que se hacen, dado que no tienen ninguna alteración fisiológica en el cerebro y el crecimiento de la población psicópata es mucho mayor que la población total….esto parece decirnos que no fuera un asunto genético, sino más bien “educacional”; producto de factores sociales, políticos o normativos y ya sea por un motivo o por otro, lo cierto es que, sencillamente, son así; sus formas de razonar y su aprendizaje en la vida les lleva a eso. Sus experiencias en la infancia y adolescencia han sido muy negativas….han aprendido que “amar” no es bueno: es algo que no da beneficio. Han asimilado, hasta el tuétano de sus huesos, una serie de conceptos, todos muy egocéntricos, que les conducen a ese tipo de convencimiento….han aprendido a no tener sentimientos y no les ha costado mucho trabajo; de aquí se deduce que alguna herencia genética sí que deben tener ó, al menos, alguna educación familiar.

En los últimos casos que han saltado a la actualidad (Breivick, Bretón, Mainar, etc), hay, siempre, una figura oscura, que representa a un significante fundamental (padre o madre), gravitando en todo el proceso.

Han aprendido, además, a no tener conciencia, no sentir remordimientos y, para tal fin, son capaces de inventar todo tipo de razonamientos absurdos para que parezca que si la tienen. Son amorales. El alegato final en el juicio de Santiago Mainar pone los pelos de punta a cualquiera: parafraseando al Bruto de Julio Cesar, dice: “Yo no he matado a nadie, pero si hay alguien en esta sala que le guste la opresión, a él pido perdón porque a él he ofendido”.

Esta gente ha aprendido algo, que a mi me parece mucho más abyecto, cual es perfeccionar su máscara de buena persona, a sabiendas de que es un disfraz. Saben que es fundamental parecer buenos en sus actividades.

Sin sentimientos, malamente se puede tener empatía.

Siendo egocéntricos, es muy difícil pensar en los demás.

Siendo narcisista, los demás son cosas que usan. Cosifican a las personas.

Sin conciencia no existirá el arrepentimiento y, por tanto, el propósito de la enmienda.

Con estas características, usan procedimientos enmascarados, mienten…pero es que mienten mirándote a los ojos; actúan, y parece que se creyeran sus mentiras. Puede parecer absolutamente increíble, pero te dicen que eres el hombre su vida (con lágrimas en los ojos) y dos horas después se acuestan con otro….no tienen ningún problema ético o moral.

Si haciendo esto les va bien en la vida, consiguen lo que quieren….para qué van a cambiar?. Imaginaos, por un momento, lo que pensarán de los “panolis” a los que engañan.

Y los especialistas nos dicen que no tienen capacidad para aprender de la experiencia, y yo digo que si les va bien, para que van a cambiar?. Sin conciencia, cual es la razón que les va a hacer cambiar?. Cuando acaben con una fuente de explotación, a por la siguiente sin más. Lo que sí aprenden es el procedimiento…y lo van mejorando con cada ciclo. Tontos no son.

Comprenderán, amigos que los psicópatas van a utilizar todo tipo de argucias y artimañas para conseguir lo que quieren. Van a maniobrar, acechar y aproximarse a los asuntos sin perder el objetivo que tienen en la cabeza. Cuando cometan algún error, que suele manifestarse en forma de “afasia semántica”, ya que dan a las palabras valores que no tienen, sencillamente porque no comprenden el significado de esas palabras de contenido sentimental, reordenan todo el razonamiento para que parezca que tiene sentido.

El resultado de todo esto, dice Hare, es un interlocutor confundido que, poco a poco, va perdiendo el sentido de la orientación moral.

Un interlocutor con un montón de teorías y muy pocas conclusiones. Yo le llamo a esto un interlocutor con muchas incógnitas y muy pocas ecuaciones….un sistema irresoluble.

Te van a llevar a la Paranoia, un lugar donde no controles tus actos. Cuidado, amigos, mucho cuidado con esto: “actos son amores y no buenas razones”.

Alguien me preguntaba si los psicópatas abandonan a sus hijos. La respuesta es que si los hijos son su objetivo, no los abandonarán, entrarán a formar parte de sus posesiones; si los hijos no eran el objetivo, pasará mucho de ellos.

Yo creo que los hijos son, además de una carga, un vínculo sentimental muy fuerte (el más fuerte), por tanto,  la carga se lleva de una forma cómoda…hasta el punto de que, en muchas ocasiones, no son ni carga.

Los psicópatas no tienen vínculos sentimentales y los compromisos no les asustan mucho, los rompen con la misma facilidad con que yo me peino, ya que no tienen la conciencia que actúa de coacción a sus necesidades especiales.

Claro, el problema fundamental surge cuando, después de una relación con una de estas personas, te encuentras en un vacío existencial, sin proyecto vital y con cara de idiota, pensando en lo estúpido que has sido. Que estaba muy claro, desde el principio, el asunto…que todas aquellas cosas que no encajaban…que aquella frase….que aquello que pasó….su madre, sus hermanas, sus amigas…. Todo era una mentira. Todo formaba parte de un plan, un plan absurdo cuyo objetivo era su “bienestar”, su “felicidad”. Te han cosificado.

Y los demás?.

Qué hacer?.

Comprendes que te has quedado descompuesto emocionalmente, que la vida deja de tener sentido porque no tiene dirección ni módulo.

Estás deshecho, y comprendes que te has quedado sin alma…se te ocurren cosas que no son propias de ti.

Tiras de experiencia, de lo que aprendiste, cuando niño…»la guerra, chicos, está a, tan solo, un tiro de distancia»:

«War!, children, it’s just a shot away»

Recuerdo, entonces, las palabras que Tolkien puso en boca de Frodo Baggins:

 “How do you pick up the threads of an old life?. How do you go on, when in your heart you begin to understand there is no going back?. There are some things that time can not mend. Some hurts that go too deep… that have taken hold.”

 Frodo Bolsón (en castellano):

 “Cómo retomas los hilos de una vida anterior?. Cómo sigues, cuando de corazón comienzas a comprender que no hay marcha atrás?. Hay algunas cosas que el tiempo no puede enmendar. Algunas heridas que han llegado muy adentro….que se han enseñoreado”.

Sí amigos, con conciencia pasan estas cosas. Comprendes el daño que has hecho en aras de un ideal falso, de un mito que has creado tú mismo: estas sí son heridas profundas, que se enseñorean en tu alma…en la poca alma que te ha dejado un psicófago.

Es en estos momentos cuando hay que ser más racional. Comprender, analizar y determinar los códigos que mueve a esta gente y, una vez hecho esto, tratar de retomar los hilos…comprender que es lo mejor que podía pasar. Aceptar la responsabilidad contraída, otorgar el perdón a tu alma y seguir….

Para esto es muy importante una cosa: no convertirte en uno de ellos. No cerrar tu corazón a cal y canto, comprender que eres normal y esto ha sido un accidente…no volverá a ocurrir. Debes darte refugio.

El amor, hermana, está  a, tan solo, un beso de distancia.

«Love, sister, it’s just a kiss away»

it’s just a kiss away….it’s just a kiss away…it’s just a kiss away….kiss away, kiss away, kiss away…is it so hard to see?.

No volverá a ocurrir porque ahora sabemos mucho más, lo cual siempre es buena cosa, pero seguir sintiendo.

Una cosa que va muy bien es “ejercer la empatía”….hacer ejercicios de empatía, tratar de ponerse en la piel de los demás. Procurar, por todos los medios, no perjudicar a nadie….en caso de duda, no hacer nada, no apretar ningún gatillo. Si no hay actos no puede haber pecado. Equilibrar el sistema, decimos los ingenieros, si no hay acciones no puede haber reacciones.

Cuanto dura este proceso?.

Cada cual determinará. He consultado a profesionales que dicen que hay gente que no lo supera nunca. El problema, bajo mi punto de vista, es saber que significa “superar”…yo creo que el sistema es “racionalizar”, saber por qué ha pasado, tratar de recomponer el edificio sentimental desde la racionalidad.

Hay que tener meridianamente claro que los sentimientos se sienten y no se eligen, los actos sí se eligen, los compromisos también. Los actos definen a las personas, los compromisos crean los vínculos.

«Tengo derecho a tomar mis decisiones»…..claro que sí, pero sin perjudicar a los demás.

Lo que no puede ser, bajo mi punto de vista, es que porque los guepardos se coman a las gacelas…las gacelas quieran ser guepardos.

Como decían los Burning, no puede ser que porque “alguien pisó tu orgullo en un oscuro portal”….tú quieras ser psicópata y convertirte en una “mujer fatal…siempre con problemas”.

No os olvidéis, queridos amigos, que el problema lo tienen ellos….cuando las gacelas aprendamos a detectarlos y evitarlos….los guepardos se van a comer un “zurullo”.